Beber
agua durante un examen puede mejorar
notablemente los resultados obtenidos, según se desprende de un
estudio de las universidades de East London y Westminster, en Reino Unido.
Sus
autores comprobaron que los estudiantes universitarios que alcanzaban cursos
superiores eran mucho más propensos a llevar una botella de agua a un examen
que los estudiantes de primer año, o que aquellos que no superaban los primeros
cursos.
Después demostraron, a través de una serie de experimentos, que la
relación no era casual: los alumnos que bebían y se hidrataban durante la
prueba eran también los que obtenían mejores notas. Los investigadores
atribuyen esta relación a que, por un lado, el agua tiene un efecto
fisiológico sobre el cerebro que mejora la capacidad de razonamiento.
Pero,
además, beber durante una prueba de conocimiento alivia la ansiedad,
que tiene un efecto negativo sobre la nota final. "En cualquier caso, los
estudiantes deberían permanecer hidratados con agua en los exámenes",
concluyen Chris Pawson y sus colegas, que animan a los profesores a
transmitirlo a sus alumnos.
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