jueves, 8 de noviembre de 2012

Aniversario de Bram Stoker


Cuando Bram Stoker (1847-1912) publicó Drácula (1897) en Londres las buenas críticas tardaron en llegar. Muchos no sabían qué pensar de la extravagante historia: algunas de las publicaciones captaron al instante la grandeza de la novela, otras la tachaban de “empalagosa” o “demasiado extraña”. Hubo incluso quien acusó a Stoker de no ser el autor: la calidad literaria de Drácula era muy superior a la de sus trabajos anteriores.

El personaje del Conde Drácula era una herencia de la literatura de vampiros del romanticismo tardío que, al igual que Frankestein o el moderno Prometeo de la escritora inglesa Mary Shelley, exploraban la anomalía, el destierro del diferente, el terror hacia lo que no conocemos.
El vampiro (1819) del inglés John William Pollidory fue una de las narraciones de vampiros de mayor éxito anteriores aDrácula y la primera en presentar al personaje demoniaco como un caballero y no como una bestia chupasangre. Carmilla (1872), el cuento del irlandés Joseph Sheridan Le Fanu, fue seguramente la historia de más éxito, protagonizada por una mujer vampiro que, dominada por el espíritu de un ancestro, intenta poseer a una joven.
Detalle de un grabado de 1499 que muestra a Vlad Tepes con sus víctimas
Stoker también se basó en hechos históricos para configurar a su famoso conde. De la historia del noble Vlad Tepes (1431-1476), héroe transilvano que se enfrentó a la invasión turca de Rumanía, se quedó con la leyenda de su carácter sanguinario (apoyada por testimonios escritos y grabados) que dice que Tepes empalaba a los turcos y bebió sangre de los invasores.
Se cumplen 100 años de la muerte de Bram Stoker, el autor de la novela de la que nació el Conde Drácula. El personaje del que más adaptaciones se han hecho tras Sherlock Holmes se somete desde su nacimiento a las versiones y a las actualizaciones más radicales. El teatro y el cine lo capturaron y no piensan soltarlo, pero él parece encantado de transformarse según las modas, los gustos personales y las fobias de quienes lo han llevado de la literatura al teatro y al cine. No piensa morir.
Fuente: blog20minutos

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